Cruce de Caminos Bajío: La fiesta que reunió lo mejor del country nacional.

Este sábado 27 de julio se llevó a cabo en León, Guanajuato la primera edición de Cruce de Caminos: Bajío y reunió a 6 de los mejores exponentes nacionales de géneros como el country, bluegrass, folk y norteño.

RESEÑAS NOTICIAS¿DÓNDE ES EL SHOW?

Marlene Rivas

8/4/20245 min read

Este sábado 27 de julio se llevó a cabo en León, Guanajuato la primera edición de Cruce de Caminos: Bajío y reunió a 6 de los mejores exponentes nacionales de géneros como el country, bluegrass, folk y norteño.

Con una alineación de cartel conformada por Inda Midland (Guanajuato), Martín Coyote (Aguascalientes), La San Pedrito (Puebla), Eddy Hinojosa y Karla Cocodrilo (Monterrey), Emiliano Ortiz (Coahuila) y Luis Martell (Guanajuato) fue como desde su anuncio se fueron creando altas expectativas debido a la gran calidad de los actos elegidos para inaugurar la primera edición.

El recinto en donde se llevó a cabo el evento fue La Llamarada Madero, la cual es una parada obligada para la música independiente en León. Desde la entrada al lugar ya podías sentir toda la ambientación vaquera, ya que la gran mayoría de los asistentes portaban prendas características del western como sombreros, jeans y botas. Igualmente, la producción se esmeró en crear una atmósfera que evocara aún más la vida retratada en la música country tuvo el detalle de adornar el escenario con unos cuernos alusivos a algún animal salvaje del desierto y tener una iluminación mayormente en tonos cálidos, como amarillo, naranja y rojo.

Las puertas se abrieron a las 6:30 de la tarde y la velada musical arrancó con dos actos abridores sorpresa; Canales y Los Bohemios Locos, quienes llegaron directo desde Durango no solamente para presenciar la primera edición de este evento sino también para mostrar un poco del talento duranguense en sus set acústicos.

Canales calentando el escenario del CdC Bajío.
Canales calentando el escenario del CdC Bajío.

La agrupación encargada de dar el banderazo inicial de manera oficial al Cruce de Caminos: Bajío fueron los regiomontanos Eddy Hinojosa (voz y banjo), Karla Cocodrilo (voz y washboard), Andrés Hinojosa (Guitarra), quienes nos deleitaron con un repertorio musical cuyo hilo conductor musical es la mezcla perfecta entre country y punk.

Contrario a lo que normalmente sucede con los primeros actos que tocan en un evento así, Eddy, Karla y compañía lograron encender al exigente público leonés e incluso los hicieron pararse de sus asientos para bailar y saltar al más enérgico ritmo del country punk.

Indudablemente uno de los actos más destacados que brilla no solo por su desbordada energía en escenario, sino también por su carisma y calidez a la hora de conectar con el público y por abanderar causas sociales en las letras de sus canciones.

Posteriormente le siguieron Martín Coyote y su banda Los 5 del Cerro Muerto, quienes ataviados todos de negro y con una voz misteriosa pero estridente hicieron resonar el recinto con un show altamente vibrante. En este caso con una alineación tradicional del rock and roll con guitarras y batería y en lugar de bajo, un contrabajo que hizo eco en cada uno de los rincones y cautivó a más de uno.

Después vinieron La San Pedrito quienes decidieron abrir su show con una canción puramente instrumental para hacer gala de sus dotes como músicos y como grandes exponentes del bluegrass. Su presentación mantuvo al tope la energía de la gente y el vocalista de la banda hizo que el público se conectara aún más con la música al invitarles a corear cánticos típicos del country y bluegrass con mucho éxito.

Luego le siguió el proyecto country más destacado de Guanajuato a cargo de Karen Solís, directo desde Irapuato llegó Inda Midland con un repertorio lleno de country, folk y americana en sus canciones que están ya en camino de consolidarse como himnos de este género en la escena independiente nacional.

En esta ocasión, pudimos disfrutar de nuevos y más potentes arreglos en las canciones de la agrupación irapuatense, al incluir secciones electrizantes de violín y saxofón. Además la banda presentó una nueva canción, titulada “Suerte”, la cual podremos encontrar en su próxima producción y de la cual les podemos contar a nivel vocal se viene un despliegue de artillería pesada.

Su show tuvo también un momento con los “Granjamigos” a la hora de tocar y finalizaron con una gran sorpresa para la audiencia quien inmediatamente se paró de la mesa al escuchar las primeras notas de violín que anunciaban el cover del clásico del country “Payaso de Rodeo” de Caballo Dorado.

Después vino Emiliano Ortiz, la joven promesa del country quien en una alineación sencilla conformada por guitarras, bajo y batería nos hizo vibrar con una presentación que fue una asombrosa intersección entre el country y el rock and roll. Sin embargo, además de la maestría musical de Emiliano en la guitarra e igualmente de su segunda guitarra, lo que más destacó de su presentación fue la paleta de emociones por la que te lleva su música pero sobre todo las letras, las cuales hablan desde un lugar muy transparente y vulnerable del lugar en el mundo que ocupa un hombre de apenas 20 años y que se cuestiona sobre temas que por mucho tiempo han pasado por generaciones sin mucha reflexión como la masculinidad, las banales aspiraciones sociales y la nostalgia por lo que ya no existe.

El gran cierre de la noche estuvo a cargo de Luis Martell y su banda La Martelleta, quienes hicieron cantar y bailar a la audiencia con un set norteño conformado por canciones propias como “Tormenta” y “Ya no te hago falta”, al igual que una selección de reversiones que sorprendieron a la audiencia al darle un giro inesperado a canciones como “Tú sin mí” y “Ya no te hago falta” de Sen Senra.

La primera edición de la fiesta western Cruce de Caminos: Bajío concluyó indudablemente de manera exitosa con la gran muestra de talento con los mejores exponentes del country en la escena independiente nacional y con un público entusiasta y emocionado de presenciar un evento así en la ciudad.

Resulta conmovedor presenciar eventos de esta magnitud que se ejecutan desde la autogestión y cuya organización y ejecución estuvo llena siempre de la pasión, compromiso y profesionalismo de todas las personas que lo hicieron posible.

Esperamos con ansias la segunda edición.

Agradecimientos especiales: